martes, 20 de septiembre de 2011

Las cosas de mamá

Cuando mamá pinta un cuadro huele... a los cuadros de mamá. Titanlux, papel, retales. No es como la cola de conejo; es diferente. Y en cierto modo, más agradable. Quizá porque no todos los días hay un lienzo en blanco sobre la mesa del comedor. Siempre hay telas pintadas y muy sucias, con rotos que el tiempo ha ido haciendo en caras olvidadas.
Los cuadros de mamá huelen distinto. Huelen a aventuras. A letras que comienzan cuentos, a músicas que hacen bailar. A colores imposibles que tienen vida propia. Son telas que visten de modernidad rostros antiguos. Son anuncios con banda sonora propia. Son violines y guitarras, floreros en un sombrero mejicano.
Los cuadros de mamá no son raros. Son mapas del tesoro, historias sin final para que cada uno pueda inventar el suyo.



Digresor, esto es lo que hacen tus fotos...

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