Otro de los recuerdos infantiloides que tengo es de una tarta de manzana: la hice con mi hermano mayor.
La situación era la siguiente: colgada en julio en Madrid, mis hermanas en Javea con una amiga, mis padres en Sevilla y mis amigas en el pueblo (desventajas de no tener pueblo: en julio te quedas colgada en Madrid). A mis 15 añitos, me quedé de pequeña en casa (algo que no me pasaba desde hacía mucho tiempo), y por falta de costumbre me aburría como una ostra.
Pero tengo un hermano mayor que es la repera, y se dedicó a entretenerme durante dos semanas. Tengo grabado el día que me dejó ver “Arma letal” y luego me enseñó a hacer tarta de manzana.
Nos cargamos una de las fuentes Pirex redondas, pero la tarta sabía a gloria.
Ese día, por esa y por otras razones, fue el más importante de mi vida.
Y papá y mamá volvieron esa noche de Sevilla, las pequeñas de Javea, y a mí se me acabaron las películas de mayores y las tartas de manzana.
Vivan los hermanos mayores.
1 comentario:
Hola:
Oye una pregunta, esa imágen de la niña en el muro que usas en tu foto perfil.
¿De dónde es y quién la hizo?
Gracias...
;-)
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