lunes, 2 de marzo de 2009

Patas de gallo

Hay quien se las opera.
Hay quien las disimula.
Son infelices: nadie les ha dicho nunca "me encanta cuando te ríes".
Son la marca de la alegría, que siempre se ve primero en los ojos.
Por eso las madres, las madres de verdad, no pueden esconderlas, porque siempre tienen una sonrisa cuando más lo necesitas.
Por eso basta con mirar a los ojos a una persona para adivinar cuánto te quiere.


Esta idea me la dio una persona que me quiere un montón. Un día me metí con ella porque se le empezaba a notar la edad en los ojos. Entonces me dijo que esas marcas se le hacen cuando se ríe.
Y pensé que quiero que se me llenen los ojos de rayitas.

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